02 de Octubre, 2017

[Punto de Vista] PROCHILE 2.0 y su rol en la diversificación de exportaciones

Por: Roberto Alvárez 
Acádemico FEN, Universidad de Chile
Ph.D. in Management, UCLA Anderson School of Management
Master of Arts en Economía, University of California, Los Angeles
Master of Arts en Economía, Universidad de Chile

 

Chile enfrenta un desafío estructural de alta relevancia. Necesita diversificar sus exportaciones. Hay varias razones. Primero, la alta concentración de las exportaciones genera mayor volatilidad y vulnerabilidad a los shock externos. Segundo, la poca diversificación puede generar efectos negativos en el crecimiento de largo plazo a través de varios mecanismos tantos de economía política como de acumulación de conocimiento. Tercero, las economías especializadas en la exportación de recursos naturales tienen peor distribución del ingreso. Cuarto, el crecimiento de la productividad está asociado con un aumento en la variedad de productos exportados.


Este ha sido, sin embargo, un desafío de larga data. Hubo progresos importantes luego de la liberalización comercial, y la alta dependencia del cobre se fue reduciendo en el tiempo. Surgieron con fuerza otras exportaciones no tradicionales, pero la entrada de China a los mercados internacionales generó una reversión importante. No ha alcanzado para Enfermedad Holandesa ni menos para maldición de los recursos naturales. Todo lo contrario, recientemente, el mayor crecimiento económico ocurrió con los precios más altos del cobre y el boom de commodities permitió enfrentar de mejor manera la crisis financiera internacional. 
 


No obstante, necesitamos seguir la senda de otras economías que – inicialmente fueron dotadas con recursos naturales –lograron cambiar su patrón de especialización hacia bienes más sofisticados y tiene ahora un sector exportador más diversificado. La tarea es compleja y no hay una receta única. Incluso, la escasa evidencia existente no es muy iluminadora de cómo se hace esto. Más aún, los sectores más conservadores de izquierda y derecha no permiten avanzar mucho en esta dirección. Los de más izquierda querrán una planificación central y que los instrumentos del estado se vuelquen hacia los sectores escogidos de “mayor valor agregado”. Los conservadores de derecha reclamarán y dirán una vez más que el estado no es bueno seleccionando ganadores. 


Hay que superar esa discusión y usar el pragmatismo. Por ello es tan importante un nuevo PROCHILE. Primero, debe ser la agencia donde se defina y acuerde la meta, no para los próximos 4 años, sino para 20 años más. Segundo, debe contar con un Directorio asesor de variada composición que vaya evaluando los avances y los cambios que necesite. Tercero, se necesita una unidad de investigación y análisis, casi o más fuerte que la gerencia de Investigación del Banco Central, y que no cambie con el gobierno de turno. Cuarto, requiere paulatinamente más recursos. Con menos del 0.5% del valor de las exportaciones, es un milagro que haga algo. 


Este PROCHILE 2.0 no debe abandonar su labor actual. Promover las exportaciones de las Pymes y las mujeres exportadoras es una labor importante, que no lo hará otra agencia. Seguirá siendo necesario en proveer información, subsidiar la asistencia a ferias y elaborar estudios de mercado. No obstante, no se puede quedar en eso si pretendemos mejor nuestra inserción internacional. El PROCHILE 2.0 debe ser uno que asuma la tarea difícil y ambiciosa de incorporar nuevos sectores exportadores exitosos. No podrá hacerlo solo, porque hay factores relevantes del éxito exportador como la productividad, recursos humanos de calidad, nuevas tecnologías, entre otros, que dependen de otras agencias y políticas. 


El desafío no es sólo complejo en sí mismo, sino también porque requiere dos cosas fundamentales. Uno, se requiere estabilidad en las políticas a través del tiempo. Hay que desvincular la meta y la estrategia del ciclo político. Dos, se necesita una estrategia coordinada con otras instituciones, para que todos apunten en la misma dirección. Tenemos que acordar la meta, diseñar la estrategia y los instrumentos en tal dirección e ir evaluando y analizando los avances. Hay gente extraordinariamente capaz y talentosa en Chile para hacerlo. Ojala el próximo gobierno esté a la altura del desafío.