Según los datos entregados hoy por David Bravo, director del Centro de Microdatos, y Oscar Landerretche, académico del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, la última Encuesta de Ocupación y Desocupación, la taza de desempleo en el Gran Santiago de Septiembre pasado se registró en 7,7%, lo que da cuenta de un descenso en 0,5 puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior. Además, Esta tasa es menor a la registrada hace un año, en el mismo mes, cuando el desempleo ascendió a 8,0%.

De esta manera, la taza de desempleo de Septiembre es la menor que se registra para el Gran Santiago desde Septiembre de 1998, precisamente el mes en que el desempleo se incrementa producto de la crisis asiática.

Este fenómeno se debería a la conjunción de dos factores determinantes: el crecimiento del empleo en 0,15% en un año, y la caída de la fuerza de trabajo en 0,13%, en el mismo período.

Al mismo tiempo, los resultados muestran, en el mes de septiembre, una notable desaceleración en el ritmo de crecimiento anual en el empleo que se venía registrando en los meses anteriores. La caída en el empleo total viene dada principalmente por la menor cantidad de Trabajadores por Cuenta Propia. Por otra parte, el empleo asalariado se incrementa en 12 meses en un 3,0%, una tasa superior a la del crecimiento del empleo total (0,1%).

Según Oscar Landerretche, estos resultados "no dan cuenta precisamente de una buena situación, sino más bien de un estancamiento en la creación de empleo", al mismo tiempo en que destacó que estos datos fueron tomados antes del quiebre financiero mundial.

A nivel sectorial, contribuyen con menores empleos los sectores Construcción e Industria Manufacturera, mientras que los sectores que aportan más para compensar finalmente la tendencia anterior son Comercio y Servicios Comunales y Sociales. Para Landerretche, la baja en la construcción se explicaría por la reacción del sector ante el sobre stock que algunos expertos ya habían anticipado y que proyectivamente podría profundizar la situación, mientras que en la industria manufacturera, los altos precios de la bencina y del tipo de cambio del dólar habrían sido determinantes, situación que podría cambiar junto con estos valores, sobre todo en algunas áreas de la industria en donde estos factores influyen más fuertemente.