10 de Mayo, 2010

Mejorando el producto agregado y bienestar: Las Lecciones del Estudio

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Sobre la base del estudio realizado por una comisión que lideraron los premio Nobel Amartya Sen y Joseph Stiglitz, se realizó la Charla "Mejorando el producto agregado y bienestar", presentada por Francois Bourguignon y cuyo objetivo era analizar indicadores menos tradicionales capaces de reflejar y exponer las realidades de la vida de las personas.

La investigación, encargada por el presidente francés Nicolás Sarkozy, nació motivada por la aparente discrepancia entre el Producto Interno Bruto (PIB) y la percepción del progreso social y económico.

Bourguignon, el economista que expuso ante académicos, personalidades de la Embajada de Francia y de la Cepal, y alumnos de Doctorado y Magíster en Economía, comenzó haciendo una crítica constructiva a los análisis actuales que toman como indicador al PIB, dado que "es una medida del mercado, pero no de progreso económico ni de bienestar".

Por ejemplo, se refirió a las cifras anuales de crecimiento de algunos países, donde claramente aumentan de un año a otro en términos del PIB, pero también evidencian una disminución progresiva en el ingreso mediano de los hogares de ese país.

Para el estudio se analizó el contexto actual con varias directrices: la crisis económica, por un lado, de forma de identificar las fallas del sistema de medición; la crisis medioambiental, cuyo efecto más tangible es hasta ahora el cambio climático; la inequidad, que mostraba que el ingreso real del hogar mediado estaba bajando progresivamente, disminuyendo así su bienestar; la sustentabilidad social, económica y medioambiental como herramienta de medición, y las medidas a corto, mediano y largo plazo para el desarrollo y progreso social.

De esta forma, la comisión determinó que el PIB requiere de otros elementos para hacerlo un indicador más completo y así combinar los "aspectos económicos" con aquellos "no económicos", como las "capacidades", en el sentido que propone Sen, y la calidad de vida, que incluye educación, salud, justicia y participación ciudadana.

Seguimiento económico al bienestar del hogar: las cuentas nacionales y más allá

Uno de los principales problemas de las Cuentas Nacionales es la dificultad de incorporar las dimensiones antes expuestas. Por ejemplo, el estudio demostró la incapacidad actual de poner un precio a los servicios públicos y de las actividades que no están incluidas en el mercado, como las domésticas, la agricultura familiar y de auto sustentación, la seguridad y el ocio, entre otras.

Así se identificó la necesidad de contar con datos capaces de complementar aquellos que tienen las Cuentas Nacionales de los países. Estas estadísticas deberían salir de encuestas dirigidas a temas no sólo demográficos, sino de producción, consumo, empleabilidad y acceso a servicios públicos. También debieran incluir datos sobre el entorno físico y social de las personas; considerando siempre el tiempo entre dichas encuestas.

Adicionalmente, la investigación arrojó resultados respecto de variables "no económicas" que deberían ser consideradas en las encuestas, como la satisfacción, educación, medio ambiente, justicia y la calidad de vida, que sí influyen en el desarrollo, pero que plantean el desafío de cómo rankearlas, cómo valorarlas y cómo agregarlas de una forma adecuada para el indicador de desarrollo humano.

Como conclusión, Bourguignon se refirió a la importancia de las encuestas bien diseñadas, y a la diferencia que países desarrollados y en vías de serlo muestran en sus estadísticas.

Asimismo, aseveró que es importante desarrollar una capacidad múltiple de encuestas para cubrir los diversos aspectos del bienestar y sustentabilidad, de forma de hacerlos tan consistentes como los que tienen Cuentas Nacionales. Así, aseguró, "contaremos con indicadores más reales, que incluyan la total dimensión de la población".