GPM propone recortar la Tasa de Política Monetaria en 75 puntos base, para dejarla en 8,75 %

En su reunión  de octubre los expertos del Grupo de Política Monetaria Eugenia Andreasen (FEN Uchile), Tomás Izquierdo (Gémines), Andrea Tokman (Quiñenco), Juan Pablo Medina (Universidad Adolfo Ibáñez) y Carlos Budnevich (Universidad de Los Andes), recomendaron al Banco Central recortar la Tasa de Política Monetaria en 75 puntos base, dejándola en 8,75%.
 

Los expertos, con la vocería de Andrea Tokman,  indicaron que la actividad económica y el mercado laboral se han debilitado, mientras los precios continúan su trayectoria descendente. Las expectativas siguen ancladas en el horizonte de política monetaria, pero existe preocupación por la depreciación del peso y el aumento del precio del petróleo. En el mundo, se consolida el contexto de China más débil y EE.UU. más robusto, lo que a su juicio no cambia la demanda externa proyectada, pero aumenta la incertidumbre y volatilidad, por lo posibles efectos económicos de la guerra en medio oriente. “La magnitud del impacto en la demanda global, la apreciación del dólar y la trayectoria de las tasas de interés del mundo es todavía incierto y sin duda hacen más compleja la decisión del Banco Central. En este escenario el GPM propone bajar la Tasa de Política Monetaria en 75 puntos base, para dejarla en 8,75%”, indicaron.

Tokman apuntó que desde la última reunión de política monetaria, la actividad económica local se ha seguido debilitando. El Imacec de agosto cayó más de lo esperado (0,9% en 12 meses), revirtiendo la sorpresiva alza de julio y completando ya un año a la baja. “Las proyecciones para el crecimiento de este año se han ido consolidando en terreno negativo y las últimas proyecciones son más bajas que las que teníamos a la vista en septiembre. Las proyecciones de crecimiento para el año 2024 también han ido reduciéndose, aunque todavía en línea con el centro del rango proyectado en el último IPOM”, dijo.

Respecto al mercado laboral, los expertos reunidos por la FEN Uchile plantearon que no repunta y empeora en el margen, lejos de recuperar la tasa de ocupación prepandemia. “La ocupación se contrajo en 23 mil puestos entre trimestres móviles y un magro crecimiento de 152 mil en doce meses. Entre las personas en edad de trabajar, los ocupados hoy son los más bajos desde el año 2010, exceptuando los años de pandemia”, indicaron. Por otro lado, la demanda laboral presentada en distintos indicadores de vacantes junto con una confianza empresarial en terreno negativo, no permiten identificar una pronta mejoría”, sostuvieron.

Lo anterior junto con un nivel de confianza de los consumidores en terreno pesimista, sirven para explicar la menor demanda interna en el registro de cuentas nacionales del tercer trimestre, especialmente empujada por el consumo privado. “Los datos de consumo de mayor frecuencia muestran también retrocesos importantes. Mientras el consumo de gobierno sigue creciendo (+1,7%) y la trayectoria en el presupuesto presentado para el próximo año no asegura, en este ambiente de menores holguras fiscales, la sostenibilidad fiscal hacia adelante”.  

BAJA DE INFLACIÓN LENTA
En este contexto, Tokman indicó que las alzas de precios han tendido a moderarse, tanto en el IPC total que baja a 5,1% y sin volátiles a 6,6%. Ambas muy por debajo de los altos niveles de hace un año, pero sobre el rango meta de inflación, aunque el mercado espera que en el horizonte de política de 24 meses se sitúen en 3%, el centro del rango meta.  

“A pesar de ello, la baja en la inflación sigue siendo relativamente lenta, pegajosa, dado el contexto de tasas todavía altas y recesivo. La preocupación, por ahora, se refiere a los efectos de corto plazo, como se registró en la leve alza de las proyecciones de las encuestas del Banco Central a analistas. La alerta radica en el debilitamiento del peso en los últimos meses, con más intensidad desde la última reunión de política monetaria, que ha motivado una reacción del Banco Central y del Ministerio de Hacienda. Esta permanece todavía en el ámbito meramente comunicacional pero refleja su creciente inquietud y la posible adecuación que debieran estar analizando sobre su estrategia de compra de dólares para reponer las Reservas Internacionales”.

INCERTIDUMBRE GLOBAL
Los integrantes del GPM coincidieron en que si bien no hay cambios al panorama global en inflación y actividad agregada, si lo hay en economías muy influyentes. La mayor desaceleración China, impacta la demanda global, particularmente la chilena, y reduce el precio del cobre. “La guerra en Medio Oriente, y la continuación de la Ruso-Ucrania, generan nuevos niveles de volatilidad y riesgo, alza de costo del petróleo, reducción de crecimiento mundial esperado por disrupción de cadenas logísticas y productivas, y un fortalecimiento del dólar como refugio”.

En ese sentido, Tokman apunta que dado nuestro marco de política, “el efecto de depreciación totalmente externo sería transitorio en inflación y, por lo mismo, no debiera llevar a modificación de la estrategia de retiro de los estímulos monetarios e incluso podría justificar acelerarla por el menor crecimiento global ante el recrudecimiento y ampliación del conflicto geopolítico en medio oriente. Sin embargo, el desalineamiento del peso con respecto a los ajustes de otras monedas emergentes llama a estudiar su origen y transitoriedad en detalle, para definir el rango de acción a futuro”.

Con estos antecedentes domésticos y globales, el GPM consideró apropiado que “el BCCh reduzca la tasa de política monetaria en 75pb, tal como está previsto. Recomendamos también que considere terminar con la compra de dólares y que continúe monitoreando los acontecimientos para recalibrar, de ser necesario, la velocidad del retiro de estímulo con más información disponible dados los múltiples frentes abiertos de incertidumbre económica y política local e internacional”, indicaron.

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