La ciudad de Los Ángeles, en la Región del Biobío, enfrenta cada invierno altos niveles de contaminación debido al uso intensivo de leña para calefacción. Frente a este escenario, una investigación liderada por la profesora Nathaly Rivera, académica del Departamento de Economía de la FEN U. de Chile, junto al estudiante de Magíster Cristian Concha, evaluó la efectividad de las políticas públicas implementadas para mitigar este problema.

La investigación se centró en el impacto del Programa de Gestión de Episodios Críticos (PGEC), una política que restringe el uso de leña durante episodios de preemergencia y emergencia ambiental. A través de un análisis econométrico riguroso —que incluyó comparaciones interanuales, análisis por franjas horarias y contrastes con otras ciudades— el estudio reveló que las restricciones sí logran reducir las concentraciones de material particulado (MP10 y MP2.5), pero solo de forma temporal y mientras las medidas están activas.
“Los resultados muestran que las restricciones pueden ser útiles en momentos críticos, pero no bastan por sí solas para alcanzar estándares adecuados de calidad del aire. Se requiere avanzar hacia soluciones estructurales y sostenibles”, explica la profesora Rivera.
Más allá de las emergencias: la necesidad de políticas de largo plazo
El estudio señala que para mejorar sustancialmente la calidad del aire en ciudades como Los Ángeles se necesita reforzar el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA). Entre las recomendaciones figuran:
- Mayor fiscalización del uso de calefactores a leña
- Mejora en los subsidios para aislamiento térmico
- Educación ambiental a la comunidad
- Aceleración del recambio hacia sistemas de calefacción más limpios, como los calefactores a pellet
Metodología aplicada: evaluación rigurosa de políticas públicas
Utilizando herramientas de análisis econométrico el equipo comparó datos entre 2013 y 2022, analizando diferencias entre días con y sin episodios críticos, y contrastando los resultados con ciudades vecinas no sometidas a las mismas restricciones.
Los hallazgos confirman que solo las medidas más estrictas, como las emergencias ambientales, generan reducciones significativas en la contaminación del aire, pero también ponen de manifiesto que se necesita una visión estratégica más allá de las respuestas reactivas.
Un aporte al debate sobre equidad, salud y cambio climático
Además de su contribución al diseño de políticas ambientales locales, el trabajo de Rivera y Concha se alinea con los llamados internacionales de la OMS y la ONU a acelerar la transición energética en zonas urbanas y rurales, con miras a mejorar la salud pública y reducir la desigualdad social.
“La contaminación del aire no es solo un problema ambiental: es una amenaza directa a la salud y a la calidad de vida, especialmente de los más vulnerables. Por eso, este estudio busca también visibilizar la urgencia de políticas integrales”, concluyen los autores.
Esta investigación refleja el compromiso de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile con la generación de evidencia para diseñar políticas públicas más justas, eficaces y sostenibles.