Aprendizajes para gestionar riesgos de pandemias en una economía global

Una pandemia se puede analizar desde distintas miradas. Creo que es oportuno hacerlo desde la vereda de la gestión de riesgos. Esto implica considerar dos aspectos: la identificación y prevención de las causas de los eventos de riesgo; y dimensionar y mitigar sus efectos o consecuencias.

 

Causas. Hace unos 13 años, el Journal de la Sociedad Americana de Microbiología publicó un paper científico (Cheng et al, 2007), que advirtió sobre los riesgos relacionados con la transmisión del coronavirus, producto de la ingesta de animales salvajes exóticos en China, particularmente el murciélago herradura. Sus autores advirtieron la presencia de cuatro factores que podrían incidir en transformar infecciones de este tipo en pandemias: el acercamiento de estos animales a las urbes; el creciente consumo de animales exóticos en el sur de China; la falta de higiene en los mercados donde se comercializan y el aumento del volumen del transporte aéreo de pasajeros. Luego de analizar más de 4.000 estudios a partir del primer gran brote, concluyeron que era cuestión de tiempo para que ocurriera una pandemia. 

 

Consecuencias. Expertos y asesores de la OMS (Lipsitch, Longini, Leung) sitúan el nivel de contagio entre el 40% y el 80% de la población mundial, con variables estimaciones sobre el número de muertes, las que aumentarían exponencialmente si los sistemas de salud de los países colapsan. 

 

Ante esta crisis, se prevé una catástrofe donde la economía podría entrar en recesión. Varios expertos (Rogoff, entre ellos) sitúan en más de 80% la probabilidad de que Estados Unidos lo haga. Según la consultora aeronáutica CAPA, la mayoría de las aerolíneas del mundo podrían quebrar técnicamente, y quizás en la práctica, si no intervienen las autoridades. En el caso de Chile, algunos economistas como Schmidt-Hebbel estiman un crecimiento económico de -1% este año. 

 

Desde la perspectiva de la prevención, para gestionar de manera adecuada los riesgos, se requiere escuchar y acoger la opinión científica de alta expertise; y para mitigar las consecuencias, las altas autoridades deben enfrentar esta problemática, con un paradigma global y pragmático, bajo el cual pudieran contar con un plan de contingencia, que involucre una política más dura, oportuna y decidida de aislamiento; y la destinación de menores recursos.

 

Si a ello, añadiésemos la creación de un fondo solidario mundial de intervención ante contagios de unos cinco mil millones de dólares, que cubriera los costos de encierro del perímetro de la “zona cero” y en sectores de fuertes focos, y que incluyera las medidas de atención de salud, análisis de casos, comodidades e indemnizaciones para la población, a cambio de la prohibición de egresar de dicho perímetro, no evitaría la propagación de decenas de casos, pero sí de los cientos o miles que sucedieron el primer mes. 

 

La lista de oportunidades de mejora es larga, pero lo principal es aplicar un enfoque de gestión de riesgos, que se haga cargo de los incentivos a ocultar información o baipasear las medidas, y que mitigue los efectos de una economía cada vez más global.


Aldo Caprile
Académico Depto. Control de Gestión y Sistemas de Información