Columna de opinión: Covid-19: Urgencia con mirada de futuro

Covid-19: Urgencia con mirada de futuroSeis firmantes: “…es importante construir una estrategia país de mediano y largo plazo que permita mantener el control de las tasas de contagio y minimice el impacto de dichas medidas sobre el bienestar de las personas…”.
 

Habiendo transcurrido cinco semanas desde que comenzó la epidemia de covid-19 en Chile, cabe reflexionar sobre la proyección de escenarios y respuestas posibles a partir de la experiencia y la evidencia local e internacional.
 

Las diferencias observadas entre países se originan probablemente en diferencias culturales y sociales, capacidad de diagnóstico y capacidad de los gobiernos en la implementación de respuestas. Nada hace pensar que la conducta del virus será diferente en nuestro país.
 

El patrón observado en Chile es de un incremento del contagio y letalidad menor a algunas predicciones iniciales. Ello puede ser explicado por las características socioeconómicas de la población afectada inicialmente (principalmente el sector oriente de la RM), por la limitada capacidad diagnóstica (alta para América Latina, baja en comparación a países OCDE), así como por el impacto de medidas adoptadas en forma temprana. Sin embargo, se observa un aumento significativo del número de pacientes en unidades de cuidado intensivo (362 al 8 de abril), sumado al incremento reciente en diferentes comunas de la RM y en todas las regiones del país. El período de incubación del covid-19 es de hasta 14 días, de modo que lo que vemos hoy como expresión clínica refleja lo que sucedió en términos de contagio una o dos semanas atrás.
 

Lo anterior y la evaluación de las medidas adoptadas, que apuntan en la dirección correcta, sustentan la idea de que la diseminación de SARS-CoV-2 dista de estar contenida en Chile y que el número de enfermos seguirá creciendo. El contagio alcanzó ya a sectores en los que se vive con mayor densidad poblacional y con presencia de personas de la tercera edad en las familias nucleares. Estos, durante las últimas cinco semanas, han tenido nulas o menores medidas de mitigación y han mantenido una vida familiar, social y laboral cercana a lo normal, facilitando significativamente la transmisión del virus. Ello, junto al estrechamiento de la ventana de oportunidades, requiere de la aceleración de las medidas de distanciamiento social al menos a toda la ciudad de Santiago y a otras ciudades y comunas del país.
 

Paralelamente, nos parece importante construir una estrategia país de mediano y largo plazo que permita mantener el control de las tasas de contagio en niveles dentro de las capacidades de respuesta del sistema sanitario y, al mismo tiempo, minimizar el impacto de las medidas sobre el bienestar de las personas. Una estrategia de este tipo descansa en dos pilares. Primero, un plan que permita volver a la normalidad luego de períodos de cuarentena, reduciendo una segunda ola de contagios. Segundo, proveer condiciones de sustentabilidad durante el período de cuarentena y los meses que sigan, que consideren la mantención de la salud física y psíquica de la población, entendiendo las muy diversas condiciones de enclaustramiento y posibilidades de sobrellevarlo.
 

Las medidas anunciadas recientemente por la autoridad, que proveen ingresos significativos para todos los hogares y promueven créditos de mediano plazo a las pymes a través de un programa de garantías, constituyen un avance importante para implementar el segundo pilar.
 

La extensión de estos programas y el despliegue de medidas adicionales deberán adaptarse a la aún incierta duración de la crisis. Respecto del primer pilar, un modelo a seguir, inspirado en la experiencia de Alemania, Corea del Sur, Singapur, Israel y otros países, se basa en un muestreo masivo para detectar a las personas contagiadas e identificar y muestrear a sus contactos, sumado a cuarentenas para todos los contagiados. Una componente clave de este modelo es un sistema de trazabilidad que indique a quiénes pudo haber transmitido el virus el individuo contagiado. Chile cuenta con las capacidades para desarrollar este sistema, pero falta que el Gobierno ponga sus bases de datos anonimizadas a disposición de quienes lo pueden hacer.
 

Un escalamiento más acelerado de las medidas de distanciamiento durante estas semanas críticas, seguido de cuarentenas alternantes y de duración acotada, basadas en criterios estrictos, permite visualizar un futuro abordable para el país. Un camino en este sentido, con amplia colaboración y apertura, mostrará que Chile efectivamente estuvo a la altura de este desafío, desde el inicio hasta el período pospandemia.
 

José De Gregorio
Decano FENN UChile 

Eduardo Engel
Facultad de Economía y Negocios
Universidad de Chile
 

Manuel Kukuljan
Decano
 

Miguel O’Ryan
María Elena Santolaya

Juan Pablo Torres
Facultad de Medicina
Universidad de Chile

Fuente: El Mercurio