Economistas definen posturas antes del plebiscito en Conversatorio Constitucional en la FEN

En el marco del ciclo de conversatorios constitucionales organizado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), el decano de la facultad, José De Gregorio conversó con los panelistas que discutieron los alcances económicos de la propuesta constitucional, que será plebiscitada el próximo 17 de diciembre.

 

Así, el decano De Gregorio destacó la relevancia de tocar los temas económicos de la propuesta constitucional. “El problema de Chile es político, no hay acuerdo para avanzar en cosas mínimas. Y si bien tenemos una macroeconomía que funciona estamos en una situación fiscal que no tiene holguras, que es apretada, y eso pone límites también a lo que se puede hacer”. 

 

En la conversación participaron Cecilia Cifuentes, Directora del Centro de Estudios Financieros (CEF) del ESE Business School de la Universidad de Los Andes, el ex ministro Nicolás Eyzaguirre, Bernardo Lara, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, donde se especializa en Economía de la Educación y Economía Pública y Rodrigo Vergara, ex presidente del Banco Central, investigador Senior del Centro de Estudios Públicos (CEP) y profesor titular del Instituto de Economía de la PUC.

 

Cifuentes planteó que los problemas de Chile son estructurales y no se arreglan con reformas. “En cualquiera de los dos escenarios vamos a seguir enfrentando problemas complejos, vamos a seguir con el problema de la productividad, lograr mayor amistad cívica, mejorar la política para resolver los problemas de fondo. En esa línea, esta propuesta es mucho mejor que la Constitución vigente. No es perfecta, pero es mejor, avanza en el sistema político y ya solo por eso hay una justificación para votar a favor”.

 

Por su parte, Nicolás Eyzaguirre apuntó que la constitución actual “era restrictiva para implementar políticas públicas que en general se dejan al juego democrático en países desarrollados. El problema es que el texto propuesto limita más la diversidad de políticas públicas”, indicó y agregó que “estamos mejor que América Latina, estamos avanzando, pero necesitamos un estado social de derechos que iguale oportunidades. A esta propuesta a nivel de promesas no le falla una: más derechos, menos delincuencia, mujeres, medioambiente, pero como sabemos, hay que mirar si tenemos los instrumentos para lograr aquello. Creo que hay que votar en contra de este texto que es hiper ideológico y que el sistema político se ponga de acuerdo después en solucionar sus problemas”.

 

Bernardo Lara, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, planteó que “tenemos un problema con servicios sociales con diseño fuerte de elección individual y de mercado y que cuando se querían introducir políticas públicas que intentaran los problemas de calidad de los servicios públicos, el tribunal constitucional aparecía como un tope. Lo que plantea la propuesta actual es constitucionalizar de forma explícita y con un quórum de 3 ⁄ 5, que la fuerza principal para el diseño de servicios sociales es la elección individual. Esta propuesta viene como un bono de recortes de impuestos a las contribuciones y reducir gastos al impuesto a la renta. En la parte económica no nos está permitiendo alcanzar el desafío de alcanzar un crecimiento más inclusivo, por eso votaré en contra”.

 

Rodrigo Vergara, ex presidente del Banco Central, investigador Senior del Centro de Estudios Públicos (CEP) sostuvo que “esta es una mejor propuesta de constitución que la actual, por lo que voy a votar a favor, es básicamente por el sistema político. El sistema binominal era infinitamente mejor que el que tenemos hoy. Hoy tenemos un tema de fragmentación que hace muy difícil ponerse de acuerdo. Ninguna posibilidad que el actual sistema político se arregle a sí mismo. Esta Constitución tiene tres puntos fundamentales que mejoran el sistema político. Se reduce el número de escaños por distritos, y eso es importante. Me habría gustado reducirlo más todavía. Se genera el incentivo a partidos mayoritarios. El que renuncie al partido perderá su escaño, puede seguir siendo díscolo, pero el incentivo se reduce. La actual propuesta es una mejora respecto de lo que tenemos hoy día, y del principal problema que tenemos en Chile. Para resolver los problemas necesitamos un sistema político que funcione. Pensar que el sistema se va a autorregular creo que es ilusorio, Es una gran oportunidad”, concluyó Vergara.

 

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