Post Covid-19: Los desafíos de una nueva estrategia de desarrollo digital

* columna publicada en Edic. Especial de El Mercurio el 23 de abril

 

La aparente pausa de actividades a raíz de la pandemia, está fraguando nuevas y mayores revoluciones para nuestro futuro. Un catalizador de los cambios es el uso acelerado de los sistemas y tecnologías de información, ampliamente conocidos y utilizados hace décadas, pero cuya dependencia hemos vivido con intensidad en los últimos meses. 

 

Las aplicaciones para la compra y despacho de productos han facilitado la práctica del aislamiento social, y los sistemas de videoconferencia y administrativos han permitido mantener algunos sectores de la economía en una etapa experimental de teletrabajo y a los segmentos educativos acelerando su incorporación al formato de estudio a distancia. Por su parte, las aplicaciones de redes sociales y distribución de contenidos, mantienen a buena parte de la población informada y entretenida.

 

Pero no todo es positivo o fácil en el uso masivo de tecnologías. Pese al amplio acceso y penetración en la población, persisten brechas importantes en info alfabetización y en el uso de plataformas productivas y de trámites civiles y comerciales. Los medios de comunicación lo han dejado en evidencia, mostrando aglomeraciones y largas filas de personas que deben realizar uno que otro trámite, como pagar el permiso de circulación o cobrar subsidios de emergencia. Si bien es muy probable que esas personas consumen contenidos, hacen trámites e interactúan a través de sus teléfonos, aparentemente no logran usar la misma tecnología para conectarse con el Estado. Algunos entrevistados indicaron que lo intentaron, pero que los sitios web no estuvieron disponibles; mientras que varios confesaron no saber hacerlo. 

 

En este punto, existe un gran desafío para la formulación de una estrategia gubernamental en cuanto a la disponibilidad de sistemas y cobertura de dispositivos y banda ancha, y a la vez, de la capacitación de personas naturales y jurídicas para el uso efectivo de estos medios. Adicionalmente, otro fenómeno tecnológico repercutirá también en la fuerza laboral: la automatización. En los últimos años, los supermercados, locales de comida rápida y surtidores de combustible han avanzado en el uso de tecnologías de autoatención. Las empresas dueñas buscan mayor eficiencia en los procesos productivos y administrativos, aplicando sistemas y tecnologías que resuelven tareas con más datos y algoritmos, necesitando un menor número de personas, pero que cuenten con más calificación. 

 

Un plan de capacitación digital cívico y comercial, además de tener que aplicarse de manera urgente, debe nivelar a los más vulnerables y avanzar en la reconversión laboral, por medio del desarrollo de competencias tecnológicas.

En cuanto al mercado y los negocios digitales, la historia canta victorias y algunas memorables derrotas ante la integración de agentes de los mercados digitales y el surgimiento de los mercados globales. 

 

Es el caso del desplome bursátil, que se vivió el lunes negro del 19 de octubre de 1987. Entre los elementos que explican este fenómeno, se encuentran los algoritmos informáticos deficientemente diseñados, y sistemas computacionales colapsados que profundizaron la pérdida de valor bursátil de las compañías, ante lo cual debieron reformarse leyes y controles tecnológicos durante los siguientes años. Otro episodio se vivió el año 2000 con el estallido de la burbuja de las empresas punto com, luego vivir un periodo de sobrevaloración y especulación de dichas compañías, que produjo un brusco ajuste en las inversiones.

 

El mundo entero ha aprendido de estas experiencias, pero de igual forma se debe estar atento a los nuevos retos que se acaban de acelerar. El Covid-19 ha revelado que no sólo tenemos brechas entre ciudadanos o empresas y que existen dificultades en la red sobre la información falsa o errónea que circula, sino cuán dependientes nos hemos hecho de la tecnología. 

 

Ante este escenario, cabe preguntarse si en este periodo o post pandemia se conformará una mesa de expertos en la que se plantee una nueva estrategia de desarrollo digital para Chile. Así como en otras áreas de interés social, la hoja de ruta que nuestro país elabore para recuperar el crecimiento económico y potenciar el desarrollo social debe contener las transformaciones multidimensionales de una nueva estrategia digital que ayude a enfrentar las discusiones venideras en los ámbitos educativos, laboral y de modernización del Estado.

 

Ariel La Paz
Académico Depto. Control de Gestión y Sistemas de Información